Hoy es un día normal...

Me detengo un rato a observar, no hay nada nuevo bajo el Sol, aquel chamo que llegó patinando,

aquellos jóvenes que se declaran su amor a ratos
aquel chico que no encuentra sus zapatos
el hombre de negro que la deja sin aliento,
la chica perdida que camina de puntillas,
el gato rojizo que rodea la cornisa,
la niña asustada que amanece enamorada,
la estufa se quema y ¿Será qué alguien la apaga?.

Empieza la clase
la atención anda perdida,
el profe se queja y no hay nadie que lo escuche
cuadernos y lápices no combinan a esta hora
las 8, las 9 no hay horario que se ajuste,
los gritos, peleas ''el examen no era hoy''
el susto, la ira
reprobado es la consigna.

Los nuevos amigos que desean algo más,
las risas, miradas los delatan sin cesar
la clase comienza y no hay nadie que la entienda
el nerdo, la cursi, la sifri y el extranjero
el bello, catire, el cómico y atrevido.

Observan la hora, no hay consuelo que leer
escriben y escriben sólo entienen 2x3,
apuntes y notas subrrayados sin parar
el colmo:la hora, el consuelo:terminar

Y es que sin duda... DUELE

El color de sus ojos, ese nuevo corte, el olor de su suéter cuando me lo acerca diciendo, con ese tono de voz que descoloca, ¿tienes frío?, ese caminar, la manera en que sus lentes se adaptan a su rostro, ese camisa que le queda tan bien, sus gestos, aquellos roces que sin querer nos hacemos, esos abrazos que sin él saberlo me llenan de pasión, aquel detalle que a veces tiene para conmigo sin siquiera darse cuenta, su manera tan torpe de andar, su personalidad alocada y descuidada, aquel sombrero que una vez se puso, sus pisadas que retumban en mi corazón, su mirada que me deja sin aliento, todo su ser, todo él me sofoca y me envuelve en otro de mis ataques de asma, respirar se hace difícil y controlar lo que digo, pienso, escucho y siento es toda una odisea.

Recuerdo aquella primera vez que nos vimos, yo con mi manera, siempre altanera, de ser te miré, descalificándote por supuesto, sin siquiera imaginar que yo luego moriría por ti, te presentaste y tu nombre me pareció gracioso y digno de burla, yo era popular y acercarte hasta mí y dirigirme la palabra, implicaba toda una proeza, eras y sigues siendo valiente para ese tipo de cosas. Ahora, en calma y analizando la situación veo que fue desde ese primer momento en que tus oscuros, penetrantes y cautivadores ojos enlazaron los míos, tus manos sujetaron con fuerza mi corazón, que sigue atrapado y encarcelado, dentro de ellas, y aunque duela debo admitir, que se siente terriblemente cómodo allí. En ese fatídico momento en que nuestras manos se estrecharon para sellar nuestra amistad, mi corazón y mi alma se unieron y confabularon para que yo enloqueciera por ti; te alejaste de mí y yo estuve perdida en mis pensamientos toda esa mañana sin saber por que. Tuve que esperar 1 año más para darme cuenta que aquello que sentía cada vez que estabas cerca de mí, aquello que me hacía invitarte a cada lugar que iba, aquello que me hacía querer estar siempre cerca de ti, aquel sentimiento indescriptible que me obligaba a quererte, aquel sentimiento que durante todo 1 año creí que se hacía llamar amistad, pero en realidad se apellidaba amor. Después de ese odioso descubrimiento que ocurrió en una de las tantas tardes que pasábamos hablando por horas junto a la ventana, en donde llegué a conocerte tan bien y tu llegaste a saber hasta el más íntimo de mis secretos, donde tu me confesaste tu amor por aquella que en secreto odio y yo lloré desconsoladamente por aquel que no vale la pena mencionar, ese terrible descubrimiento que me golpeó de frente en mi rostro y me dejó moretones imperceptibles, ese descubrimiento que cambió mi vida y no me deja en paz desde entonces, ese fue y sigue siendo hasta hoy el peor descubrimiento que pude hacer, yo me sentía tan feliz llamando a aquel sentimiento amistad y desde ese momento, mi vida fue sufrimiento, desilusión, rechazo e incomprensión, sin duda alguna, el amor duele que jode. Sin poder evitarlo mi manera de tratarte cambió, aquellas tardes se me hacían largas tratando de no incomodarte y de que no descubrieras lo mismo que yo, dejé de contarte muchas cosas pensando que sospecharías y me dejarías, y cuando tenerte tan cerca durante tantas horas y no confesarle a mi mejor amigo, que coincidentemente eras tú, que estaba enamorada me dolía y tuve que disminuir nuestras salidas al mínimo, sentiste mi ausencia, me llamabas implorando verme, aquello era aún más doloroso pues yo sabía, con seguridad, que tu no me amabas de la misma manera en que yo lo hacía. Nuestras salidas y reuniones se me iban buscando y recalcando cada uno de los muchos defectos que tienes, y aún así este sentimiento ardiente no dejó de quemar ni siquiera un poco; aún duele, unos días más que otros, espero con ansias el día en que me digas que me amas tanto que te duele estar conmigo, que deseas evitarme y quieres alejarte de mí para no sufrir, para yo luego responderte que desde hace ya 3 años quiero confesarle a mi mejor amigo que me enamoré de él.

Amigo Escurridizo

Él jugó al amigo y tú al escurridizo, los 2 prometieron y ambos incumplieron, me hicieron creer lo que luego tuve que olvidar, intercambiaron papeles, enmarañaron mi mundo; mientras yo daba pasos de primeriza, cogí impulso y antes de pensarlo y empezar a dar marcha atrás, salté… El precipicio fue inmenso, mientras caía miraba en dirección al cielo esperando un milagro, algo que me rescatara de aquel infierno que con seguridad me esperaba; la mano de aquel amigo se vislumbró entre las sombras, aquella oscuridad se convirtió en claridad, todo cobró sentido y yo desperté en aquella red de mentiras y engaños en la que tú aún jugabas al escurridizo y mi amigo seguía con su mano extendida con miedo a que yo resbalara otra vez. Suspiro.


Después de más juegos, intercambios, mentiras, en las que, hasta yo, estuve
 dispuesta a participar, después de convertirme mil veces en amiga y otras mil más en escurridiza, después de contemplar el milagro del amor y el engaño, después de todo aquello descubrí, que tú y sólo tú eras mi amigo y escurridizo, mi mentira y mi verdad, mi engaño y desengaño, mi norte y mi sur, mi negro, gris y blanco, mi proa y mi popa, mi Madonna y mi Arjona, mi Streep y mi DeNiro, mi libro y mi canción; eras todo eso y mucho más y yo lo descubrí cuando nada importaba, cuando la nada era todo y caer era mi mejor y única opción.

Citas para la Historia 2.0

Afortunadamente, me quedé con el hábito de recopilar todas y cada una de las frases que leía, escuchaba, observaba y percibía, ahora escucho mejor cada cosa, leo detenidamente, incluso el periódico, en busca de pequeñas frases, palabras, letras y hasta párrafos enteros que llamen la atención de mi quisquilloso cerebro. Aquí les presento una vez más mi colección de citas, para nuestro deleite.

  • Y todo, como el diamante, antes que luz es carbón. José Martí
  • Te encontré en el Ginkgo Biloba de mis vitaminas. Juan Luis Guerra
  • Están de sobra ya todas las horas y fueron dichas todas las palabras. Gabriela Mistral
  • Esta divina prisión del amor con que yo vivo, ha hecho a Dios mi cautivo y libre mi corazón. Santa Teresa de Jesús
  • Es lo que está en el beso, y no es el labio; lo que rompe la voz y no es el pecho. Gabriela Mistral
  • ¿Cuándo tu luz hermosa revestirá de gloria mis sentidos? Sor Juana Inés de la Cruz
  • Constante adoro a quien mi amor maltrata, maltrato a quien mi amor busca constante. Sor Juana Inés de la Cruz
  • Algunas palabras cometían suicidios semánticos, negándose a si mismas. Olvido era una de ellas. Arturo Pérez-Reverte
  • El amor fue el inventor de los poemas. Lope de Vega
  • El amor es la médula absorta de la poesía. Luis María Anson
  • La libertad de un pueblo no es ningún parque temático. Rayma
  • Agradecer es el verbo más noble, sincero y bondadoso que conozco. Mirelis Morales Tovar
  • Ya fuiste usada no permitas ser dominada. Isadora Duncan
  • Recuerda si necesitas una mano amiga, la encontrarás en el extremo de cada uno de tus brazos. Audrey Hepburn
  • Para mantener la elegancia camina con la certeza de que nunca vas sola. Audrey Hepburn
  • Perseguir al gato es mucho más divertido que atraparlo. Isabel Allende
  • Mientras más aprendas más pronto sabrás cuan poco sabes. Isabel Allende
  • Desearía que Dios estuviera vivo para ver esto. Homero Simpson
  • Por eso tengo que volver a tantos sitios venideros para encontrarme conmigo y examinarme sin cesar, sin más testigo que la luna y luego silbar de alegría pisando piedras y terrones, sin más tarea que existir, sin más familia que el camino. Pablo Neruda
  • La mejor manera de hacer tus sueños realidad es despertar. Paul Valery
  • Porque el silencio es tan espantoso y grande como un grito. Pablo de Rokha
  • No existe luz sin sombra, tal como no existe dicha sin dolor. Isabel Allende
  • La memoria imprime a blanco y negro, los grises se pierden en el camino. Isabel Allende
  • El sabio es humilde porque sabe cuan poco sabe. Isabel Allende
  • ¡Mírenme salvo a la Tierra! ¿Dónde está mi Premio Nobel? Homero Simpson
  • Tu eres la lección que yo necesito aprender. Madonna
  • Oyó crecer el silencio en su interior. Isabel Allende
  • El amor no es ciego es retrasado mental. Charlie Harper
  • ¡Estoy orgullosa! Eres como Cristóbal Colón descubriste algo que millones de personas ya sabían que existía. Lisa Simpson
  • Dame Señor la perseverancia de las olas del mar, que hacen de cada retroceso un punto de partida para un nuevo avance. Gabriela Mistral
  • Vivimos en un país absolutamente desquiciado. Claudio Nazoa
  • No es igual el país que nos recibe en la mañana al que nos despidió la noche anterior. Cesar Miguel Rondón.
  • El intelectual vive en un mundo de sueños. Rómulo Betancourt
  • Si estás haciendo algo bueno, para que tengas la certeza de que es realmente bueno, debe ser multiplicable, si no es multiplicables no es tan bueno. Padre José María Velaz
  • El arte hace que los antónimos se concilien. José Antonio Abreu
  • Deletrea el áspero silencio. Eugenio Montejo
  • La violencia es asmática y tiene reino. Es un zumbido en la cédula de identidad. Leonardo Padrón
  • Se busca timonel para la navegación de las calles, un celador para el rumbo de las hormigas. Leonardo Padrón
  • Cada vía tiene su ensamblaje de sombras, su hora de alba, su catálogo de sonidos. Leonardo Padrón
  • Te busco como Forrest a su Jenny. Un graffiti
Pasando estas citas a la computadora me di cuenta de que, con muchas de ellas, recuerdo el momento exacto cuando las copié en las notas mi teléfono, la manera en que me impresionaron y marcaron, como mi mente enseguida dijo “Cita para la Historia”, cuando las escuché, las leí, me la dijeron, todo; mientras que hay algunas que ni siquiera recuerdo haberlas visto, escuchado o leído, que no sé como llegaron a mi teléfono, que no sé cómo me impresionaron, pero releyéndolas y escribiéndolas de nuevo, mi mente sin duda rectifica diciendo… “Cita para la Historia”