Porque siempre estás allí, por no olvidarme, por recordarme, por hacerte presente, por ser el único conocedor del potencial de mis orejitas, por fastidiarme, por quererme, por ser quien eres, como eres y cuando quieres, por estar conmigo, por pertenecer a lo que soy, formar parte de mi, crecer conmigo, hacerme sonreír, reír, por jugar conmigo, hacerme sentir niña cuando lo requiero, por contaminar mi aire, por vivir en mi mundo, por ser mi primo, por ser niño divino, chamusquin, mi bello, por ser mi compañía, por aquellas charlas, por aquellas tardes, por aquellas noches, aquellos juegos, aquellas burlas, aquellos bailes, aquellas fiestas, por todos los momentos que compartimos y compartiremos, porque esto no es un adiós ni una despedida, es un nuevo comienzo en el que no estoy incluida.
Por quitarme mi chupón, por molestarme cada segundo, porque me amas y lo sé, porque nunca te cansas de mí, porque me soportas, me entiendes, sabes cuando hablar, como hablar y qué decir cuando me molesto, por tus cariños infinitos, porque mis risas te llenan, por cada minuto que quieres pasar junto a mí, por cada pregunta que quieres que responda, por tu experiencia en muchos aspectos de mi vida, por cada consulta, porque eres un niño y me encanta que lo seas, por nuestra relación cercana, porque sobran las palabras, porque simplemente te amo, y agradezco a Dios por colocarte en mi vida.
Mi dosis de amor siempre se triplicará para ti cuando lo requieras y necesites sumito… Te amo y te extrañaré demasiado, las lágrimas sobran, por eso no las derramaré, las despedidas no te hacen feliz, los nuevos comienzos te llenan de esperanzas y la nueva vida que te espera es lo mejor para todos, de eso no tengas duda. Estaremos conectados en red. Te amo.