Viaje a Chile- Day One

Este año tuve la maravillosa oportunidad de conocer uno de los países más espectaculares del continente Americano, Chile, casa de poetas, premios Nobel, nieve, playa, cordilleras, desiertos, desarrollo y evolución. Aquí va la historia detallada de los maravillosos días que estuve por allá.

Empezamos almorzando en Subway y como de costumbre no había nada, ni papel en el facturero, aún estábamos en Venezuela. Hicimos el Check IN y todo lo previo para abordar, caminamos, recorrimos, vimos algunas tiendas y compramos chocolate, tuvimos nuestra primera experiencia de sentir el aroma de un europeo y la cultura de un extranjero que devolvió mi teléfono cuando lo dejé olvidado, adicional una gringa consultó la hora conmigo y un lapsus mental me hizo pasar pena con ella. Abordamos por la puerta número 24, a tiempo. Ya en el avión, estuvé maravillada con las nubes tu vista se pierde intentando descifrar sus formas, tamaños y consistencia, luego de que nos repartieron los audífonos transmitieron una película, Transformer, y casi inmediatamente llegó la hora de la cena, comí pasta y mi mamá pollo, pedí vino blanco y preguntaron mi edad y resulta que, legalmente, no puedo ingerir alcohol, justo cuando creía que estaba en la edad perfecta. Dormí sin soñar, supongo que sucede cuando estás feliz. Llegamos a Perú, nuevo país, nuevo chip, mi vena “shopaholic” entró en acción, mis ojos se abrieron de par en par y mi escáner empezó a andar, las publicidades, tiendas, incluso la entrada, las combinaciones de colores, la banda, los productos nada dejaba de sorprenderme, compré regalos, pensé y recordé a quiénes no nos acompañaban, mi mamá consiguió caramelos de coca, si coca, no han sido probados pero cualquier sensación extraña no dudaré en comentarla. Nos encontramos a un venezolano, caraquista, le hice saber que en esta parte del mundo le perdonaba sus inclinaciones deportivas, en una de las tiendas en el aeropuerto en Perú, donde gastamos nuestros primeros dólares, haciendo la conversión a Soles, nos ofrecieron guantes rojos, ambas brincamos “ROJO NO” el empleado borró su sonrisa por un segundo y dedujo, “su camiseta es roja”, “ROJA NO! VINOTINTO”. En el vuelo hacia Chile transmitieron Limitless, que mejor manera de pasar 3 horas de vuelo que viendo a la belleza americana Bradley Cooper y la perfección actoral Robert DeNiro, excelente película debo decir, hasta ese momento todo fluía a la perfección. Habíamos conocido a 2 personas con vidas totalmente diferentes pero increíblemente interesantes, dignas de escribir. Llegamos a las 3:20 a.m., 2 grados, pude morir de frío, jamás había sentido tanto en mi vida, tuvimos un ligero inconveniente con la maleta, rompieron el sellado y violaron el candado, mi madre estaba “ultrajada”, hicimos el reclamo y cancelamos el taxi, era un proceso automatizado, los taxistas tienen un aparato que se conecta al lugar donde lo pagas y tienes tu taxi asignado, abordamos, calor al fin, las vías son impresionantes, como buenas venezolanas, bromeamos con el taxista y mi madre, haciéndole honor a su apellido, averiguo su vida. Eran las 3 de la mañana y había gente caminando normalmente, carros respetando semáforos, al igual que los peatones, me impresionó la señalización, la autopista, algunos anuncios, las papeleras de reciclaje, edificios, me sentía en un juego de carritos de Play Station, Xbox, no sé, me gustó. El hotel era hermoso, no pudimos apreciarlo bien porque, literalmente, nos estábamos congelando, la peor noticia fue saber que la corriente era 220, no podríamos cargar la laptop, los celulares, la cámara, necesitaba de mi tecnología, con calefacción, 3 cobijas, un suéter y un pijama abrigado pude conciliar el sueño. Y ese fue nuestro DAY ONE. 

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