La pieza que faltaba

Hoy voy a hablar de uno de los defectos más graves de mi personalidad, renuencia a los cambios, cuando inicié mis estudios preescolares, me cuenta mi mamá, sentía que todo el mundo me odiaba, aunque disfrutaba del estudio, aprendizaje y maestras, los niños y compañeros de clases, por otro lado, apestaban, fui la primera en aprender a leer y no sé si era alguna especie de complejo pero el resultado fue sólo 2 amistades en esa etapa de mi vida, cuando llegué a 3er nivel fui electa madrina, colaboré con el aprendizaje de la lectura de más de uno y terminé con una veintena de amigos. Así seguí hasta que me gradué de bachillerato, eso en el ámbito académico pero en otras actividades extracurriculares ocurría lo mismo, danza, natación, flamenco, tennis, béisbol, karate, judo, inglés, música, teatro, etc, (si, yo era una niña bastante activa) era el mismo ciclo y sistema. Después llegué a la Universidad y resultó que me tomó 1 año entero adaptarme al inmenso cambio liceo/ vida universitaria, 1 año entablar una conversación de más de 5 minutos o que no saliera de "¿Hiciste la asignación de hoy?" O "¿Estudiaste para el parcial?", 1 año en llegar al cafetín y tener una mesa llena de compañeros que disfrutaban de mi compañía, 1 año en encontrar a alguien que me guardara asiento cuando llegaba tarde. Y no fue hasta este nuevo cambio que me presentó la vida, el inicio de mis pasantías, que me di cuenta de este absurdo ciclo que suelo seguir y entonces me detuve a analizar un momento, ¿por qué sucedía esto? ¿Qué estaba haciendo mal? Y lo entendí , el problema era que cada vez que entraba a una nueva etapa de mi evolución como persona estaba tratando de ocultar mi verdadero yo, no era MariB, me esforzaba tanto por ser otra persona que resultaba siendo NADIE, y en el momento en que Mariabetania Pérez salía a relucir el cambio se hacía llevadero y el proceso culminaba.
Moraleja cliché (hay que atacar todos los públicos): Sé tu mismo, a dónde quiera que vayas, no tengas miedo, siempre habrá un lugar para ti a dónde quiera que vayas.
Verdadera Moraleja: El mundo es como un rompecabezas y nosotros, los humanos evolucionados, somos los encargados de armarlo y desarmarlo a nuestro gusto y placer, no temas en poner tu pieza siempre podrás volverlo a intentar y ten en cuenta que quizás tú poseas la última pieza para la construcción de un mundo perfecto.

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