Dormimos plácidamente con la ayuda del vino del día
anterior, debíamos levantarnos temprano pues iríamos a otro tour “Isla Negra”,
visitaríamos la casa de Neruda y luego a otro viñedo llamado Casa Blanca. Esta
casa de Neruda (hay 3 de ellas en Chile) está frente al océano, es bastante
peculiar, tiene forma de barco, es larga y estrecha como Chile y sumamente
extravagante, este señor era un comunista algo extraño; Neruda era
coleccionista de copas, conchas, máscaras y muchísimas otras cosas, era
bastante excéntrico y loco, romántico y poeta al fin, quedé maravillada con su
historia y los detalles que desconocía, magnifico. Además fue un tanto diferente
visitar la playa con chaquetas y frío! Me quedo con las de mi país, gracias.
Posteriormente fuimos a almorzar a un sitio cercano a Casablanca, donde comimos
como animales gourmets, probé el jugo de “Chirimoya” (no me pregunten a qué
sabe porque no lo sé), hablé en inglés con 2 estadounidenses que nos
acompañaban en el tour y un intento de portuñol con las otras brasileñas que
nos acompañaban, el intento fue tan fallido que jamás entendí de qué parte de
Brasil eran. Finalmente fuimos al viñedo, Matetic, super moderno y trending,
todo allí es orgánico, místico y bastante interesante, el sabor del vino es
mucho más suave y frutal, maravilloso.
Debo concluir que, gracias a Dios, la selección de tours fue espléndida
conocimos 2 diferentes procesos del vino, increíblemente interesantes, lindos
de ver y, por supuesto, degustar. De a
poco me fui enamorando de Chile y sus maravillas.
En el bus del Tour |
No hay comentarios:
Publicar un comentario